Hexagrama 38
Antagonismo; Mirar con recelo y desconfianza; Extrañamiento; La oposición; Enajenamiento; Marcando las diferencias; Contraste; Separación; Desarraigo; Incomprensión; Disparidad, Desacuerdo, Contradicción, Polarización, Encrucijada donde los caminos se bifurcan, Ambivalencia, Tensión, Singularidad, Diversidad, Contraste, Naturaleza individual, Lo distintivo, Soledad, Alienación, Aislamiento.
Tal como nos enseña la dialéctica hegeliana, la unidad alberga en sí la reflexión, el Absoluto se reconoce en su negación, en aquello que es su otro. El movimiento surge a partir del no.
Somos iguales, somos distintos. Entre estos dos polos transcurrimos. La contradicción nos habita. Nos reconfortan las similitudes: comprendidos y acompañados por los que son como nosotros. Y a la vez, necesitamos, con una urgencia desesperada, afirmar nuestra diferencia específica, lo que nos hace únicos: “¡Yo no soy como él!” gritamos.
¿Qué es eso que tanto tememos? ¿Es el enfrentarnos a lo diferente? ¿O es el temor frente al hecho de que, a pesar de todas las diferencias insalvables, aún así somos similares?
LA IMAGEN
Así el noble, sea como fuese su vida en comunidad, conserva su índole singular.
El fuego y el agua se mueven en direcciones diferentes.
Las cosas suelen moverse y crecer de acuerdo con sus propias naturalezas y la mayoría de las veces esto implica alejarse, expandirse. La dirección de la evolución es hacia afuera, a lo externo, a lo nuevo y lejano; si existiera aquí una finalidad ésta sería la de no permitir que las cosas sean siempre las mismas, iguales. Pero si el crecimiento por sí mismo aumenta las distancias, la madurez enseña a cruzarlas, no a borrarlas. El sabio disfruta de comparar, ver las similitudes y los nexos de familiaridad que unen a las diferentes cosas. Pero también ve los límites que esto tiene, por eso, incluso entre sus compañeros más cercanos, conserva su naturaleza singular.
La diversificación es sinónimo de vida, siendo las fuerzas que tienden a buscar la uniformidad las que debilitan un sistema. Incluso un novato en los caminos místicos conoce la idea de que todas las cosas son una y están conectadas. Pero muchos piensan que esto quiere decir que todas las cosas son la misma, que son iguales, que se disuelven en una especie de sopa general, y que ninguna particularidad tiene verdadera existencia. Sin embargo los individuos existen. Antes de nacer y después de morir existe un tiempo vasto y perfecto para experimentar la unidad con el todo. Entre estos dos puntos existe un corto período de tiempo, la vida, para ser y atreverte, para acentuar tu particularidad y tu identidad.
La salud de un sistema ambiental es directamente proporcional a su diversidad.
Hegel: Fenomenología del Espíritu; Dialéctica del Amo y del Esclavo.
Heidegger: Identidad y Diferencia.
